Un atractivo turístico mas que tenemos para todos los visitantes, que se acerquen a conocer nuestros, valores culturales y naturales. Así como a disfrutar de nuestra gran fiesta gastronómica. (A FEIRA DA TROITA, TAN POPULAR Y CONOCIDA)
Esperamos que vuelvan a abrir ese espacio cultural de una gran artista local y un atractivo mas para Sobrado dos Monxes.
Una pinacoteca que custodia un total de 188 obras de las que, en la exposición inaugural, se exhiben un total de 70 que recorren las distintas etapas artísticas, desde los años sesenta hasta el 2005, de esta singular autora que repartió su vida entre Madrid y Galicia.
La iniciativa de levantar este museo -el primero de nueva planta en España dedicado a una artista- parte de la hermana de la autora, Isabel Rey, como testamento vital y fuente de inspiración para las generaciones venideras de artistas. «Un museo así en un entorno como este es todo un atrevimiento que solo podía salir de alguien que ha vivido el arte y la cultura de la manera que las han vivido Isabel y Bea Rey», explica Carmen Jiménez, comisaria y directora técnica del museo, que explica los motivos por los que la obra de una artista de la talla de Bea Rey no haya tenido mayor difusión: «Trabajaba por amor al arte y nunca tuvo intención de destacar. Estuvo muy implicada en movimientos artísticos, pero a partir de los ochenta en Madrid, con la llegada de los nuevos artistas de la Movida, algunos artistas quedaron en cierto modo ocultos, como Bea Rey».
Bea Rey nunca quiso dedicarse a otra cosa que no fuera pintar. Empezó a visitar museos y exposiciones con cinco años de la mano de su padre, su gran apoyo cuando decidió dedicarse a la pintura, pasión que nunca abandonó y que forma parte del centro que lleva su nombre.
Fue idea de la hermana de la protagonista, Isabel Rey, que confiesa en una entrevista con Efe que ella «no quería ni oír hablar del tema, no le parecía justo tener un museo de ella misma». Pero después de morir sus padres, ambas decidieron abandonar Madrid, donde han residido toda la vida, y regresar a A Coruña, la tierra que las vio nacer.
«Yo soñaba con el campo y las vacas», recuerda, era lo que quería, y una persona que trabajaba en su casa les informó de una propiedad en Sobrado dos Monxes. «Justo lo que a mí me gusta, aquí tiene su estudio, donde pintó hasta que enfermó. Mi sitio es este y aquí moriremos», dice.
En ese terreno acompañado de una casa antigua, donde residen desde hace varios años, se ha construido el edificio. «Estábamos las dos solas en Madrid y yo me preguntaba dónde iban a quedar todas estas obras, así que se me ocurrió hacer esto y exponer su pintura», sostiene al respecto.
«Ella estaba feliz de vivir aquí, enloquecía con esto, tiene un estudio precioso, pero ya no puede pintar desde hace cuatro años por su enfermedad», lamenta.